El denunciado estuvo 72 hs. detenido y luego recuperó la libertad. Se desconoce si aún ejerce la profesión.
El pasado viernes 25 de octubre Maximiliano Aiello fue denunciado por un intento de abuso sexual hacia una cliente. La sobreviviente radicó la denuncia y al día siguiente se lo detuvo. Ya se realizó la primera audiencia judicial del proceso.
En diálogo con Las Lisas la denunciante manifestó que se atendía con él desde abril del 2021. “Lo que ahora me hace dudar, es si antes no ha hecho algo y yo no me di cuenta”, expresó.
Ese viernes ella asistió como de costumbre a una sesión de masajes, el denunciado realizaba el servicio hasta que en un momento él se habría saco la ropa y se habría subido encima de ella.
Tras atravesar este aparente hecho la sobreviviente se dirigió a la Comisaría 1* de la localidad donde radicó la denuncia correspondiente.
En cuanto al trato policial al momento de denunciar ella remitió que: “me atendió una policía que la verdad me trató muy bien y fue re cuidadosa con las preguntas”.
Al día siguiente de la denuncia Aiello fue detenido y liberado a las 72 hs. La Justicia le explicó a la denunciante que ese es el tiempo máximo que una persona puede ser privada de su libertad, hasta que sea culpable de algún delito.
En cuanto a las medidas de prevención, ella y su familia cuentan con una prohibición de acercamiento de 100 metros, por parte del imputado.
El pasado 6 de noviembre se realizó la primera audiencia judicial en la que la querella pidió la prisión preventiva de Aiello, pero se la negaron.
El Juzgado local le explicó a la parte denunciante que no hay riesgo de fuga ni su libertad puede entorpecer la causa.
Sin embargo, la sobreviviente se encuentra preocupada ya que no se le ha sacado la matrícula y él puede continuar ejerciendo la profesión.
En el proceso judicial que está atravesando la sobreviviente manifestó que: “los jueces fueron muy respetuosos, eso me sorprendió bastante, ya que los tres eran varones”.
“Sí me sentí muy ofendida por la primera jueza que me tocó, en dónde cuando da su declaración dice que en mi ve una mujer muy fuerte y que lo que Maximiliano hizo fue un exceso de confianza”, agregó.
Respecto a este último punto la denunciante comentó que se sintió totalmente minimizada. “No importa cuan fuerte me vea, ella no tiene idea lo que se siente por dentro cuando a una la agreden sexualmente”, puntualizó.
En la actualidad el caso continúa su curso normal. La denunciante tiene que esperar los turnos correspondientes para las pericias judiciales e incluso el llamado para testificar de su pareja.
Tras atravesar esta situación la sobreviviente espera que otras mujeres en su localidad se animen a denunciar y que puedan hablar sobre lo que vivieron. “Primero para que estas personas tengan su merecido y segundo, para que no se lo vuelvan a hacer a alguien más”, manifestó.
“Yo sé que es difícil, que hasta da vergüenza, pero peor es guardarlo y que luego ellos sigan el curso de sus vidas muy normalmente mientras a una por dentro la rompe psicológicamente”, agregó.
En este sentido, ella quiere dejar el mensaje a la ciudadanía que siempre va a haber alguien que va a creer en la palabra de una. “El silencio nunca es una opción”, enfatizó.
“Yo me siento súper apoyada y súper contenida por muchísimas personas que se acercaron a darme su apoyo y a decirme que me creían, y eso es lo que me da ánimo para poder seguir con todo esto”, finalizó.